De "Los cielos de la diabla" y arder en la oscuridad

Última función de nuestro 5to día en la 36° Fiesta Nacional del Teatro en Chaco, Resistencia. El cielo anunciaba diluvio. Y sí que lo hubo.

Una mujer es la encargada oficial de lavar las camisetas del Club Atlético Independiente de Avellaneda. Ella se pregunta sobre la vida útil de los objetos. La acompaña su secarropa.

Entramos a la sala, como quien entra a un refugio en el medio de una tormenta. Fila y a paso lento nos dirigimos hacia un calendario de pared, del que había que arrancar una hoja, que correspondía a un día del año: 14 de septiembre nos tocó. Del otro lado, una frase: "Si no tienes la libertad interior, ¿qué otra libertad esperas poder tener?."

La puesta de una belleza descomunal, con un arte tan cuidado, nos invitó a quedarnos, a sentarnos como en casa, a querer saber más. Luces tenues y violetas, un campo lleno de hojas secas y un pequeño altar con algunas figuras futbolísticas de renombre del Club Atlético Independiente. Y ahí, nos encontramos con ella, con la diabla. Ella y su Koinor, su fiel confidente en esos días.

Conectar con un personaje tan entrañable como la diabla fue tarea sencilla. Daba gusto escucharla. El comenzar la obra, rompimiento de la cuarta pared, y ahí estaba ella, tan cercana, tan cómplice.

Ella, nosotros, sus aires de diva, sus pasos en el mundo del fútbol. Ella colgando camisetas, ella cantando y saltando agarrada al alambrado, pura poesía con marca registrada argentina, que nos dejó boquiabiertas. Luego, apagón. Corte de luz. Ella ahí, y todos nosotros también ahí, en la convicción de sostener ese ritual, mágico, pese al corte de luz y los vientos huracanados que se escuchaban a lo lejos.

El resto fue magia. Y una actriz monstruosa, que sostuvo a la diabla de manera sublime, apropiándose del aquí y ahora, siendo vela y luz en esa oscuridad. Siendo luz, enchufe y energía. La diabla en la oscuridad. Metáfora. Es que los lugares oscuros aparecen cuando menos los esperamos y cuando ya estamos adentro no se ve nada, y no podemos salir. ¿somos objetos? ¿cuál es la vida útil de los objetos? Escapamos sin poder ver mucho y seguimos adelante como podemos.

Mientras tanto, la luz de emergencia del teatro era el faro. Y la energía no se iba. Alguien tapaba de a ratos la luz de emergencias para modificar la iluminación. Todo es silencio, salvo el fuego interior de esa diabla que nos cuenta su historia y la de muchas otras.

Termina la obra. Apagón total. Silencio. Llamarada de aplausos desbocados provenientes de un público que sabe fue testigo de lo irrepetible. De un público que sabe que el ritual sucedió y con todos los condimentos necesarios para hacer de esa noche una noche memorable entre muchas noches iguales. La noche en la que la diabla ardió fuerte e iluminó a la multitud en un teatro a oscuras en la ciudad de Resistencia.

Gracias por el fuego.

DRAMATURGIA Y ACTUACIÓN: VILMA ECHEVERRÍA ILUMINACIÓN Y MONTAJE: FLORENCIA DEGLI UOMINI REALIZACIÓN ESCENOGRÁFICA: IVANA MOLINA FLORENCIA DEGLI UOMINI VESTUARIO: IVANA MOLINA OBJETOS ESCÉNICOS: FERNANDO MARTIN COMPOSICIÓN MUSICAL: VANESA BACCELLIERE FOTOGRAFÍA: GUSTAVO FRITTEGOTTO JULIETA GARCIA VIVEKA FEIJOÓ HUZINICH DISEÑO GRÁFICO: CIRO COVACEVICH ASISTENCIA EN PRODUCCIÓN Y ADMINISTRACIÓN: CLARA COVACEVICH ASESORAMIENTO DRAMATÚRGICO Y DE DIRECCIÓN: GUSTAVO GUIRADO ASISTENCIA EN DIRECCIÓN Y MONTAJE: ELENA GUILLÉN DIRECCIÓN Y PRODUCCIÓN GENERAL: VILMA ECHEVERRÍA

AUTORÍA: VILMA ECHEVERRÍA DIRECCIÓN: VILMA ECHEVERRÍA

ELENCO: ECHEVERRÍA VILMA