Maldito Desierto - Lunes 20.30hs en Casa Teatro Estudio - De Bernardita Epelbaum.
Cuatro mujeres en un desierto esperan la lluvia o buscan una salida. Cuatro mujeres que ríen y disfrutan. O cuatro mujeres que quieren llorar. O Cuatro mujeres en un teatro haciendo de una obra bomba de sentido, mostrando con poesía y amor, lo bestial y feroz que puede ser un entorno en el que como mujeres están insertas. O Cuatro mujeres haciendo frente y cambiando con su teatro ese mismo entorno que evocan.
Ir a ver Maldito Desierto es entrar en un espacio otro en donde la fragilidad se convierte en fuerza. Escenas como devenires de la vida misma.
Una obra que explota de belleza en cada pequeña serie que presenta, porque lo que vemos, lo que escuchamos, trae consigo una burbuja que contiene otros sentidos que quedan merodeando en nosotras a lo largo de la obra y luego durante de la semana.
El sonido nos lleva de la mano en este viaje, con susurros, pasos que pisan suaves pero firmes, cabelleras que, libres, hacen ruido, un ruido punzante que nos cuenta una historia cotidiana de existencia y de género. Canciones con letras, algunas hermosas otras siniestras, que son parte de nuestro imaginario cultural en donde el llanto por amor siempre está justificado culturalmente. ¿Qué pasa si dejamos de llorar por ciertas cosas y cambiamos el foco? Respirar, respirar y sus formas cambiantes, agitadas, el encierro, el aire que entra y sale. Querer escapar de ciertos lugares comunes en la vida cotidiana puede ser una tarea monumental. ¿Dónde encontrar lo vital en este desierto? Ciertamente, Casa Teatro Estudio puede ser un Oasis y Maldito Desierto el manantial del que beber al menos unos sorbos revitalizantes, en este país que se cae a pedazos.
En un abrir y cerrar de ojos, o de puerta, la tragedia de algún modo fantasmal se hace presente. ¿Cuántas historias de mujeres tienen una página teñida de rojo? Una vaca muere en el desierto y las amigas la lloran pero la evocan y la cantan y la bailan y la rugen, se ponen de pie y la luchan a paso de cowboy conquistando el desierto, combatiendo a las bestias salvajes, con esa fuerza de quien sabe que su lucha vale, la lucha de quien se sabe fuerte a pesar de las derrotas.
En vez de ir a “llorar a la iglesia” vayan a reír y sonreír bastante, llorar un poquito y reivindicar el teatro que “sucede” y que trasciende en Guardia Vieja 4257.
Lunes 20.30hs en casa Teatro Estudio. Imperdible.
Con Gisela Baiardo, Bernardita Epelbaum, Delfina Oyuela y Eva Palottini.
Vestuario: Ramiro Bailarini
Iluminación: Mariano Basile
Colaboración Artística: Casa Teatro Estudio
Autoría y Dirección: Bernardita Epelbaum
Comments